martes, 17 de abril de 2012

Lo que el viento se llevó

Se lo llevó. Después de 4 semanas pensando y entrenando para ese lunes 16, vino el que más puede... y pudo con todo. El que es capaz de mover mares es capaz de mover competiciones, diluir ilusiones y engullir oportunidades. Pues si, una competición que sin duda era una oportunidad a la cual llegaba con mucha ilusión, que se ha quedado en proyecto de una gran aspiración. La cara que se te queda, después de todo lo que has trabajado cuando llega el día de la verdad y correr se hace difícil, es cuanto menos peculiar. De película.

Un mes de preparación intensa para una prueba que aún lo es más que al final se ha quedado en eso, en una preparación. Una preparación que a pesar de no servir para el fin inicial, no habrá sido trabajo en vano ni mucho menos. Salimos de este ciclo en un estado de forma bastante bueno y ya acostumbrados a carreras largas, por lo que moverse en todas las distancias no tiene que suponer, en principio, ninguna complicación. Con mucho fondo pero un poco lentos, llegamos a la última etapa de la temporada: el aire libre. Este buen estado de forma no se puede desaprovechar, hay que beneficiarse de esta situación, es decir, hay que competir. Consciente de ello, el míster ha estado rápido y ha conseguido inscribirnos en el campeonato autonómico universitario, a disputar en las pistas de la UJI desde este próximo viernes hasta el sábado. Debido a la mala hora en la que esta programado el 10.000m.l. (10:45), Pepe ha decido meternos en el 5.000m.l., que según lo previsto se correrá el viernes a las 20:20. Es una buen momento para hacer marca en esta prueba, que servirá para hacer mínima para el campeonato de España (15'40''), ya que en este no hay 10.000m.l. Como el míster ve que la forma es buena, aspiramos alto, metiéndonos en terrenos que da incluso miedo pisar. Si está en lo correcto y todo sale según sus previsiones, estaremos dando guerra, y mucha, el 23 y 24 de junio en Avilés. Motivado, y con ganas, saldremos a competir el viernes, siempre con el permiso del mismo que ya decidió que ayer no se corría.

No me gustó la suspensión de la carrera, pero no se puede hacer nada, solo superar las rachas y mirar en dirección al siguiente desafío, al siguiente reto, a la siguiente oportunidad. El 10.000 se hará, no se sabe cuando, pero se hará. Y seguro que el estado de forma con el que llegaremos no se irá mucho del que hoy tenemos. Esta vez, ha ganado la partida el viento, pero seguro, que volverá, lo que el viento se llevó.

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