domingo, 1 de abril de 2012

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Es domingo, lo que supone que ha finalizado otra semana más de preparación para el 10.000m.l. del 16 de Abril. En este punto estamos a mitad de camino, estamos en el ecuador. Y eso es muy bueno por dos cosas: primero, porque eso significa que he sobrevivido a los entrenamientos y segundo, porque solo queda una semana de carga. Esta semana ha sido en la que me he hecho a este tipo de entrenamiento, en el que las sensaciones que te indican el ritmo adecuado de entrenamiento y el límite son diferentes, al ser unas sesiones de más duración y a unos ritmos más moderados. Acaba esta semana con unas sensaciones muy buenas y con ganas de afrontar la siguiente.

Esta segunda semana no ha sido fácil. La semana empezó con la prueba de esfuerzo en cinta, donde me pararon cuando circulaba a 2:38 y de la que se sacaron buenas conclusiones. Al día tocó el gran entreno: 3x3000 a 9:30. La desmotivación en el grupo de entrenamiento era general, nadie con ganas y ya con la mentalidad de que no íbamos a acabar. De esas formas, el resultado es evidente: todos al aire. Nadie consiguió terminar. El que más cerca estuvo fue el que aquí os escribe: 2x3000 a 9:25 + 1x2000 a 6:23. El otro gran entreno tubo lugar ayer en el Grao de Castellón pero esta vez en solitario. Este consistía en salir a rodar el 10k. de dicho municipio, que coincidía con el campeonato de España de la distancia, a un ritmo de 3:30 min/km. Después de reclamar y negociar el dorsal (ya que no aparecía en la lista de inscritos a pesar de haber realizado la operación), un pequeño calentamiento y a linea de salida. Allí, mucho jaleo, ya que los participantes del cto. de España (incluidos los veteranos) tenían reservadas las primeras posiciones. Así que tendría que disputar la salida contra participantes con una edad media que rondaba los 104 años (estimación optimista de la casa). Con tal recopilación de clásicos del atletismo delante, la salida fue como correr por medio del mercadillo, un constante apartar señoras. Eso sí, sin carrito. Después de sortear tal caravana de museísticos atletas, la carrera siguió su curso normal. El ritmo fue constante todo el rato y al final terminé con un tiempo de 34:40, a 3:28 de media. A continuación a soltar y a relajarse un poco con ciertas personas después de 2 semanas. Al llegar a casa sonó el móvil. Si, era mi entrenador, allí estaban todos esperándome para recoger el trofeo de primer clasificado. Por suerte alguien pudo suplantar mi identidad y subir a podio.

Con todo esto y con los cambios de ritmo de hoy, termina la segunda, y penúltima, semana de carga. 

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