domingo, 15 de abril de 2012

Las cartas están echadas

Domingo 15, las cartas están echadas.  Se acabó, poco más hay que hacer de aquí a la hora H. Se ha cumplido el plazo de entrenamiento, hoy  ha terminado el planing que hace 4 semanas me daba Pepe Ortuño y que hoy, 4 semanas después, puedo decir que ha sido cumplido en su gran mayoría. El tiempo se ha agotado y con lo que ahora mismo tenemos saldremos mañana a la pista de la UJI.

Cuatro semanas, un entrenamiento y capacidad necesaria. Los ingredientes estaban todos, solo faltaba una buena mano en la cocina. Mañana se verá cuantas estrellas Michelin consigo, si las cosas se han hecho correctamente o si no ha sido suficiente. Este periodo de entrenamiento, esta preparación, estas 4 semanas, han sido las más costosas, duras y exigentes de los 10 años que llevo en atletismo, tanto física como psicológicamente. Físicamente porque han sido entrenamientos muy largos, de muchos kilómetros y seguidos, con poco tiempo de recuperación, teniendo varios días de doblaje y superando los 20km. Lo psicológico es la parte que más me ha costado y donde he visto las debilidades. Acostumbrado a unas sensaciones de ritmos rápidos y de no mucha duración, me he encontrado de cara con un plan largo, de muchos minutos en movimiento y con unas sensaciones de cansancio totalmente diferentes, cosa que en las primeras semanas supuso un quebradero de cabeza ya que la forma en la que las interpretaba no era la correcta. Esto dificultó la ejecución completa de algunas sesiones y que me costara engancharme a la dinámica de trabajo de la prueba. Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de la automotivación, de que tu cabeza de no se canse después de tantos minutos en la carretera y que si eso pasa, saber reorientar, cambiar tu mentalidad para pensar que voy bien y que no estoy tan cansado. Todo esto más aún cuando los entrenamientos son en solitario, sin tener a nadie con quien hablar o simplemente que te haga compañía, una sombra que vaya a tu misma velocidad a la que seguir y tener un mínimo de competitividad, una motivación. El orgullo también forma parte del entrenamiento.

Por todo esto, la preparación para este 10.000, mi primer 10.000, no va a ser una cosa que se pierda en el olvido fácilmente, por lo sufrido, pero también por lo conseguido, independientemente del tiempo que marque el crono mañana a eso de las nueve menos cinco de la noche. Ha habido grandes entrenamientos, grandes marcas y grandes padecimientos, gracias a los cuales el trabajo mandado ha sido completado con una nota que, como yo creo, estaría rondando el sobresaliente y espero que esa nota se plasme mañana en el duro tartán de la universidad de Castellón. No hay mas, he hecho lo que me han dicho, y, a mi entender, lo he hecho correctamente. Mi entrenador me dio hace 4 semanas un planing para correr un 10.000m.l. por debajo de 31 minutos y 30 segundos, mínima mundialista. Yo he cumplido ese plan hasta la fecha, ahora, no hay más que hacer, solo esperar a las 8 y 25 de la tarde del lunes a que el juez árbitro dispare su pistola. Las cartas, están echadas.

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