domingo, 4 de diciembre de 2011

Vinaroz, la cura.

Se abren los ojos, no ven luz. Sube la persiana, misma oscuridad. Desde el coche, gente arreglada en las calles, se ve un resplandor. Bajo del coche y primeros saludos, es Iñaki. Subo al autobús, uno de los pocos que hoy lo han hecho. Viaje tranquilo, para alivio del sufrido entrenador que hoy dirigía la guardería. Para el autobús, "La mujer del pelotero" ameniza el desembarque. Empieza el cross de Vinaroz.

Llegada temprana al circuito, antes de que carrera alguna se haya dejado ver, y en primer lugar vuelta de reconocimiento. Curva aquí, cuidado con esa piedra, que si mira ese boquete, vaya cuesta que han puesto este año. Sigue la revisión y también los comentarios: que si la carrera se decidirá en el zig-zag, que si vas a atacar ahí, que si tu te piensas que voy sobrado... Se acaba la vuelta y toca ir a por los dorsales, momento en el que empieza a llegar al circuito el grueso de los participantes. Después de una sesión fotográfica previa al calentamiento tocaba centrarse en lo que habíamos venido a hacer: demostrar. 

Empieza el calentamiento con malas sensaciones, las cuales se mantuvieron hasta la misma salida y que no presagiaban una carrera digna. Termina el calentamiento, hora de marchar hacia la linea de salida, sede central de nervios e indecisiones. Retraso en la salida y peleas por las primeras posiciones. Empieza la carrera, no exenta de empujones, codazos y tropezones, y los favoritos copan  las primeras posiciones. David Morcillo, tercer clasificado europeo en 2.000 obstáculos, lidera la carrera y es respetado por el resto de los atletas, llevando un ritmo que permitió la formación de un amplio grupo de cabeza, el cual serpenteaba por el estrecho circuito. Con esta configuración se llego a la última vuelta, 1.500m trepidantes que decidirían la carrera. Al toque de campana, un pequeño cambio hizo una primera selección que tendría su réplica a falta de 1km. Después de superar por tercera y última vez en el día de hoy el muro impuesto por la organización, un atleta del Playas de Castellón hizo un ultimo cambio que dejó a cada uno en su sitio, las posiciones no variarían mucho de ahí al final de la prueba. El único capaz de seguir el ritmo fue Albert Sangil, el cual cedió a falta de 200m, dejando vía libre a la victoria del castellonense. El podio lo completó el que a priori era el favorito, David Morcillo, del cual tengo serias dudas de su entrega total en la prueba. 

En definitiva una buena carrera, bonita para el corredor pero también para el espectador que ha podido disfrutar de uno de los pocos crosses tácticos que se pueden ver y que, en el ámbito personal, sirve para cicatrizar la herida del cross de Soria que se había convertido en una espinita clavada y que además también me ha devuelto esa confianza en ti mismo tan necesaria en este deporte. Así pues, puedo decir que ha sido un cross medicinal, que ha eliminado ese run run que me tenia intranquilo desde ese 20 de noviembre. Después de esta carrera, ganas de correr otra vez y de volver a disfrutar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario