domingo, 18 de diciembre de 2011

Benicarló

Ritual de siempre. Cambiarse, desayuno y al autobús. Allí, dos autobuses nos esperan. El correcto, como no podía ser de otra manera, era el contrario al que nos subimos. Así que cambio y, ahora si, nos ponemos en marcha. A los pocos segundos de arrancar aparece un nuevo invitado que nos acompañaría toda la mañana: el megáfono. Para desesperación del míster empezó a sonar el ya tradicional "la mujer del pelotero" y con eso daba comienzo el repertorio musical del domingo. Viaje tranquilo, poco ruido y mucho sueño aunque nadie se atrevió a culminar.

Al bajar del autobús ya se notó lo que iba a marcar el transcurso de todas las carreras de la mañana, el viento, que, en algunas ocasiones, soplaba con furia. Ya en el circuito tradicional vuelta de reconocimiento a pesar del viento y del ya memorizado trazado fruto de las numerosas ediciones anteriores. Se sucedían las carreras y con ellas las tonterías. Empezaba a amortizarse el megáfono. Hasta tal punto llegaron las estupideces que un entrenador intentó inutilizarlo, fin que no consiguió y el diabólico aparató continuó emitiendo sonidos.

Llegaban las 11:15 y tocaba empezar el calentamiento. Muy tapados y menos concentrados que en otras ocasiones, este se desarrolló con total normalidad. Ya en la salida, poca tensión y al pistoletazo salida menos lenta que de costumbre. A los pocos metros, primer susto. Dennis empieza a tirar y con el se va el atleta del Torrent. Nadie les sigue y al instante ya contaban con 50m de ventaja a lo que le siguió un importante cambio del grupo. Debido al intenso viento que soplaba, nadie quería la cabeza de carrera, lo que propició un ritmo lento que ayudó a los mediofondistas a aguantar ahí delante e incluso a tirar del grupo. A toque de campana, ligero incremento de ritmo de Ruben Gomez pero que con poco confianza, no se atreve a continuar con el cambio. A falta de 500m David Morcillo, realiza un impresionante cambio de ritmo, el cual es seguido por tres más. Se mantuvo tal infernal ritmo hasta la linea de llegada donde el artífice del cambio se proclamó campeón, seguido de Albert Sangil.

Después de la carrera, desilusión y nervios, los cuales no quería reflejarlos en los compañeros por lo que opté por soltar solo. A partir de ahí entrega de trofeos y tras un poco movido viaje llegada a Castellón. Dicen que de los errores se aprende y no dudo de ello, así que a la próxima mas y mejor.

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