domingo, 19 de febrero de 2012

Marina d'Or ciudad de ganadores

Amanece un nuevo día y con el las esperanzas de subir a lo más alto. No va a ser fácil, hay muchos rivales y muy buenos. Unicaja, FCB, Maratón, Celta... todos los equipos pretenden lo mismo pero en el escalón del medio solo caben 6 personas.

Al llegar al maravilloso circuito situado a orilla de la playa de Marina d'Or, pudimos ver el gran ambiente que había. Mucha, mucha gente. Muy pronto nos reunimos los 6 componentes del equipo, todos muy decididos. En el calentamiento ninguna molestia en los gemelos, que tantos problemas e incertidumbre habían producido en esta semana aunque no del todo convencido. A pocos minutos de la salida, comentario de un compañero de equipo con voz algo insegura "El maratón tiene buen equipo". La respuesta fue inmediata "Nosotros mejor". Con esto a la linea de salida. Nervios.

Pistoletazo y primeros metros muy rápidos, algo muy poco frecuente en mi, pero el tramo inicial no estaba para tumultos sobretodo la zona de arena de playa. Cómodo en las primeras posiciones, superé la primera vuelta en la cabeza sin problemas ni molestias en las piernas. Además yo cerraba el equipo y estaba entre los 15 primeros. La cosa prometía. Pero fue pasar por linea de meta y producirse un primer cambio, empezaban los problemas. Me empezaba a descolgar y a cada metro los gemelos se cargaban un poco más. La carrera se iba a hacer muy larga. Esto se vio reflejado a mitad de la segunda vuelta, cuando mi compañero Aitor Ramirez me quitaba las pegatinas. A toque de campana con 2.500m por delante las sensaciones eran funestas. Los gemelos casi no respondían y seguía perdiendo posiciones. En ese momento escuche algo de mi entrenador que fue lo que me dio las fuerzas necesarias para no retirarme "¡Ruben, cierras el equipo, vamos primeros!". Sencillo, directo y efectivo. Probablemente mi carrera no hubiera sido la misma sin esa frase. Era el último del equipo y la victoria dependía de que no me hundiera. A mitad de la tercera vuelta ya no podía mas, los gemelos iban explotar, pero los gritos de ánimo me hacían seguir moviendo las piernas. A falta de 1km. entre en la fase en la que ya no eres tu el que corre, solo tu cabeza. No oyes ni sientes nada, solo piensas en llegar a la siguiente curva para ver si esta ya la meta. Y entonces, otro grito "¡Rubén, 120m. lo tenemos ahí!". Otra vez el míster. No se cómo, empecé a correr como si no hubiera mañana y gané algunas posiciones. La recta de meta se me hizo como la carrera entera pero ya se había acabado. Al llegar, solo había un club con 4 corredores ya en meta. Éramos nosotros. Éramos campeones de España. Éramos los elegidos para ir al europeo del próximos año. Abrazos, gritos de rabia y de alegría... Increíble. Después entrega de trofeos y medallas y a seguir con la fiesta.

Todos los del equipo estuvieron en su linea. Me tocó ser a mi la excepción esta vez, pero solo con el simple hecho de terminar sin molestias después de ser duda hasta última hora, estoy contento. Un triunfo que sabe a gloria y una 25ª posición que sabe a poco. Aún así, muy feliz de al final poder haber ayudado al equipo a subir a lo más alto y haber salvado la situación. 5 días: tiempo suficiente para pasar de la posibilidad de rotura y tirar por tierra la temporada, a que no sea nada y estar escribiendo esta entrada como actual campeón de España por equipos. La playa de Marina d'Or, es una Playa de Castellon!

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