martes, 3 de enero de 2012

2011

Se acabó 2011. Se ha terminado un año que ha dado para mucho. De todo ha tenido: cosas buenas, cosas malas y cosas espectaculares. Muchas cosas han cambiado en estos 365 días y sin duda han significado un golpe de volante, un giro. Por fortuna, la cuneta no ha hecho acto de presencia, es más, la curva se ha salvado a la perfección.

En el ámbito deportivo en este 2011 he madurado como atleta. Para madurar hay que aprender y se aprende a base de errores. Algunos de estos ahora me pregunto como fui capaz de hacerlos y a pesar de ello no me arrepiento, ya que ahora sé que no se volverán a repetir. El atletismo, y en especial el fondo, puede ser a veces muy duro con las personas. Al mínimo despiste dejas de estar ahí delante y luego cuesta lo indecible volver al estado anterior. Tampoco faltó de esto el año pasado aunque después de la tormenta llegó la calma, y menuda calma... Nada más y nada menos que en forma de subcampeonato de España. Aún me pregunto como puede hacer eso.

Gente. Nuevos, antiguos, iguales, diferentes y redescubiertos. Amistades nuevas, muchas en gran parte por ese verano de nuevas experiencias pero no solo allí. Amigos que se han hecho más amigos y por fortuna, ninguno ha dejado de serlo. En cuanto a este aspecto, ninguna queja, muchas gracias a todos ;)

Este año ha sido especial y por ello lo recordaré. No ha sido ni mucho menos un camino de rosas, muchas piedras en él: mayo, noviembre y septiembre, han hecho que este sea un año de contrates aunque, sin duda, la balanza se decanta por las rosas.

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