sábado, 17 de marzo de 2012

La maldición bajo techo

Cada atleta tiene sus manías, sus rituales, sus tabús. En mayor o menor medida todos tenemos ese punto supersticioso que, aunque no sepamos muy bien por y para que lo utilizamos, siempre está presente antes del entrenamiento, carrera o campeonato. Aunque no recordemos ya de que derivó esa manía la seguimos manteniendo, el mismo ritual de siempre. Y si algo sale mal miramos si todo lo hicimos correctamente, como siempre. Si es así, si todo fue habitual, y el resultado sigue siendo malo, entonces entra en juego la superstición. El atletismo, también  

En este paso me encontraba antes de asistir al campeonato de España de pista cubierta en San Sebastián, pero una vez superado dicho evento, la superstición ha pasado al siguiente nivel: la maldición. El caso al que hago referencia es al de los nacionales de pista cubierta. Nunca han sido mi especialidad los campeonatos bajo techo, es más, nunca he conseguido cuajar una buena actuación en este tipo de competiciones. La cosa empezó a pasarse de tono el año pasado en "El huevo" de Zaragoza. El campeonato de España prometía: llegaba a la carrera con la 3ª mejor marca de los inscritos, lo que aseguraba que tenía que estar arriba. Al final terminé 15º con un tiempo de 9:18 (llegaba a la carrera con 8:54), una de las peores carreras desde que corro y aún no se que produjo ese bajón. Al llegar a San Sebastián, sorpresa: 3ª mejor marca de los inscritos (8:38). Siendo de primer año finalicé 4º, todo un hito, una gran carrera, una de las mejores. Poner esto en la entrada no tendría ningún sentido si no fuera porque a la historia, le falta el desenlace. El artículo 163.3 me descalificaba, quitándome el 4º puesto y relegándome a la última posición, ya que fui el primero en cometer la inadmisible infracción. Entonces llegaba la sorpresa: la última posición era la 15ª. Un año después se volvía repetir la misma historia, idéntica. Siempre que he ido a un nacional bajo techo con la 3ª mejor marca he acabado en la 15ª posición.

 ¿Casualidad? ¿Estamos solos? Amigos de cuarto milenio, bienvenidos a la nave del misterio. Los datos son los que son; las interpretaciones corren a cuenta de cada uno. Todas distintas, todas igual de válidas. Lo que está claro es que, por unas cosas o por otras, la pista cubierta, es territorio hostil y así lo avalan los resultados. Sin duda, estamos delante de "la maldición bajo techo".

1 comentario:

  1. La próxima vez, en vez de llegar con la 3ª mejor marca llegá con la mejor y te ahorras maldiciones ;)

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